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¿Por qué la obra "Fuente" atribuída a Duchamp ha marcado parámetros fundamentales para el arte contemporáneo?

Ya pasaron más de 100 años de esta famosa obra atribuída a Marcel Duchamp que sigue siendo bastante incomprendida y no aceptada.

Una de las versiones de la historia cuenta que en 1917, en Nueva York, el artista francés Marcel Duchamp, compró un urinario estándar en la tienda JL Mott Iron Works.
Al llegar a su taller, lo puso boca abajo, le escribió con pintura negra el nombre R.Mutt y lo envío de forma anónima con el título “Fuente” a la muestra anual de la Sociedad de Artistas Independientes de Nueva York.
Nos podemos llegar a imaginar el rechazo que ocasionó. El comité que seleccionaba las obras la rechazó rotundamente por considerarla inmoral, obscena, impúdica y en absoluto algo que pudiese tener relación con una obra de arte.

Ciertamente generó un dilema: no era una pintura ni tampoco una escultura, sino un objeto industrial seriado, como tantos otros, al que habían añadido una firma y un título. Esto en realidad, formaba parte de una nueva manera de hacer arte que Duchamp estaba gestando y que él mismo denominó en inglés “ready-made” (ya hecho), que forma parte de lo que se conoce en francés como “objet trouvé”, en inglés “found object” o “found art” y en español “objeto encontrado”.

El millonario heredero Walter Arensberg —uno de los principales mecenas de Duchamp y cómplice necesario—, acabó comprándola. Se cuenta que Arensberg retiró la obra de manera explícita de las salas llenas de visitantes, con lo que logró incrementar el interés por la obra. “Fuente” se expuso una semana más tarde en la Galería 291, una sala privada de Nueva York donde su promotor, Alfred Stieglitz, la fotografió.
Al poco tiempo desapareció definitivamente.   

Que la obra original se perdiera habría sido algo terrible para el arte de aquella época, pero no lo fue para Duchamp. Simplemente pudo volver a elegir otros urinarios y hacer varias réplicas. Gracias a la repercusión mediática que provocó, el rechazo inicial se transformó en una gran polémica.

¿Por qué ha marcado parámetros fundamentales para el arte contemporáneo?

Ese sencillo objeto cotidiano generó una revolución cuyas repercusiones siguen presentes hasta hoy y que, en gran medida, han marcado la dirección del arte actual.

“Fuente” nos plantea que lo esencial no es tanto el objeto o su realización como la idea que lo sustenta. Obviamente, esta nueva concepción se contradecía totalmente con el concepto de arte de la época: un artista estaba asociado a un genio que, con su buen gusto, talento, inspiración divina y gran habilidad técnica, hacía una pieza única e irrepetible.
El hecho de que en esta obra lo esencial es la idea y no el objeto en sí, rompía con otro elemento importante dentro del concepto del arte de la época: una obra puede ser reproducida mecánicamente y continuar siendo original si el artista lo decide. Además cuestiona hasta qué punto el contexto donde se inserta la obra incide en su legitimación y significado. 
Duchamp con esta obra libera de alguna forma al artista, es decir descubre todo un nuevo universo de actuación donde las fronteras desaparecen. Esto genera, por un lado, posibilidades ilimitadas para las/los artistas y por otro lado, complejiza la comprensión de las audiencias al no poder contar con herramientas fijas y objetivas. Algunas de las reglas básicas que se solían manejar para considerar una obra de arte como tal, por ejemplo la belleza, la originalidad, el esfuerzo, el trabajo o la habilidad técnica quedarían borradas.

Estas son algunas de las razones por las que esta obra se convirtió en un emblema del arte contemporáneo. Creemos que de alguna forma vislumbró el tiempo actual; un tiempo convulsionado, desorientado y cuestionador de las normas universales. 

Una nueva versión de la historia cuenta que no fue Duchamp sino la artista dadaísta Elsa von Freytag-Loringhoven quien concibió esta obra. Una carta que Duchamp le escribió a su hermana decía “[…] una amiga, empleando el seudónimo de Richard Mutt, me envió un urinario de porcelana a modo de escultura”.​ Además, las obras ready-made que creaba esta artista muestran la posible relación con "Fuente"

Esta es otra evidencia, de las tantas que se están visibilizando hoy en día, de cómo las mujeres fueron excluidas de la historia del arte occidental.

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