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¿Qué es el arte contemporáneo?

La definición de arte ha ido cambiando a lo largo del tiempo, transformándose según cada contexto histórico. Es importante comprender que la pregunta ¿qué es el arte? y por lo tanto también ¿qué es el arte contemporáneo? no tienen una única respuesta o una respuesta concreta y el hecho de que no tengamos una definición clara de lo que es el arte es parte de lo que hace que sea tan emocionante.
Sin embargo, podemos afirmar que las y los artistas contemporáneos trabajan con ideas y combinan de forma dinámica materiales, métodos, investigaciones, conceptos, significados, símbolos, intenciones y temáticas que desafían los límites tradicionales y las categorías o el encasillamiento en definiciones. El arte contemporáneo es diverso, ecléctico y se distingue por la propia falta de un principio organizador uniforme, una definición o una ideología. El historiador de arte australiano Terry Smith, autor del libro ¿Qué es el arte contemporáneo? (2009) escribió que definir al arte contemporáneo es un poco como tratar de describir el tiempo: todos sabemos qué es y que estamos en él, pero nos cuesta decir qué es.

¿Cuando comienza el arte contemporáneo?

Tampoco es clara la fecha cuando comienza el arte contemporáneo aunque podemos afirmar que se instaura de manera paulatina cuando el arte moderno entra en crisis.
Como dice Alain Badiou:

“Si por 'contemporáneo' entendemos simplemente 'de hoy' podríamos decir que todo arte es contemporáneo, dado que todo arte es de su tiempo. Por lo que, sin duda, queremos decir otra cosa o algo más cuando decimos 'arte contemporáneo'. En realidad, la expresión 'arte contemporáneo' se entiende a partir de la expresión 'arte moderno': el arte contemporáneo es lo que viene después del arte moderno.”

Para algunas/os pensadores contemporáneas/os lo contemporáneo representa una forma distinta de pensar sobre la historia. Cuando hablamos de modernidad estamos hablando de progreso. La modernidad define al arte entre otras cosas, por su capacidad de crear constantemente nuevas formas originales que rompen con las anteriores. Por el contrario, en el arte contemporáneo más bien todo coexiste, ninguna teoría suplanta a la otra, ya no está más la pregunta sobre qué es o no arte, sino que la búsqueda se dirige hacia el sentido del arte. Tampoco hay un lenguaje o técnicas caracerísticas, sino que más bien se trata de un arte expandido, sin demarcaciones, con una total liberación. No hay normas específicas, se trata de que toda norma pierda valor. Por tanto se podría decir que en el arte contemporáneo hay una multitud de caminos diferentes e igualmente válidos y de ahí su “pluralismo”. 
Según la socióloga francesa Nathalie Heinich, mientras el arte moderno desafió la idea de la representación en el arte, el arte contemporáneo desafía la noción o la idea de la obra de arte.

Hay varias posturas acerca de la fecha de su comienzo. Alguna/os críticas/os y curadores señalan como fecha de inicio el fin de la segunda guerra mundial y comienzos de la guerra fría (1945). Otras/os establecen como fecha de inicio la década de 1960 y comienzos de 1970, cuando se empezaron a fundir los límites entre los medios artísticos (pintura, escultura, etc.), cuando comienza a crecer una falta de especificidad de las distintas artes, y las vanguardias del siglo XX y los manifiestos de artistas dejan de cobrar tanta importancia. En estas décadas se profundiza una postura crítica frente a la era moderna, hay un cambio en las formas de hacer arte, el mundo real irrumpe en el mundo del arte, los materiales de la vida misma (cuerpos reales, sudor, fluidos, basura, sonidos de la cotidianeidad, entre muchos otros) se tornan parte de las obras y hay un cambio en el rol del espectador que en varias ocasiones se vuelve partícipe de la obra. 
Otras/os afirman que la ruptura con el arte moderno y las vanguardias del siglo XX se da de manera más firme y notoria en la década de 1980. Mientras que algunas/os otras/os argumentan que una fecha posible para considerar como el comienzo del arte contemporáneo sería el año 1989, año de la caída del muro de Berlín, que marca el fin de los grandes relatos, de las ideologías totalizadoras o universalistas y el comienzo de la era globalizada. A su vez, a fines de los años 80 se empieza a gestar la irrupción de internet en la vida cotidiana, alterando las formas de comunicación y de circulación de la información en general. En 1989 también se realizó una exposición importante (y muy polémica) llamada Magiciens de la terre (Magos de la tierra) con la curaduría del francés Jean-Hubert Martin en el Centro Pompidou y en la Grande Halle de la Villette en París, que presentaba 50% de artistas occidentales y 50% no occidentales de manera equitativa donde todas/todos las/los artistas participantes aún estaban vivos en el momento de la exhibición. Algunas/os dicen que fue la primera vez en la historia del arte occidental que una exposición de alto presupuesto y de máxima visibilidad invitaba a la escena del arte internacional a una parte del mundo excluída hasta ese momento de los debates del arte. Si bien el proyecto tenía supuestamente intenciones amables no pudo, sin embargo, evitar ciertas interpretaciones de trasfondo problemático, pues de alguna manera evidenciaba una vez más una realidad subyacente: una cultura que se continúa situando en una posición de superioridad dictando las normas o el camino a seguir.
Otras/os críticas/os afirman que el arte contemporáneo comienza a gestarse en las décadas de 1960 y 1970 pero se solidifica y generaliza en los años 90 con la consolidación de la era globalizada y los formatos de circulación globalizada (bienales, workshops, la creación de múltiples galerías y espacios de arte, proyectos site-specific y contextualizados, etc.).

Sea cual fuera la fecha de comienzo, estas no hacen más que establecer un panorama desde el cual reconocer las transformaciones que han operado y visibilizar un cambio en la manera de formular los lenguajes del arte. Por lo tanto, la contemporaneidad en el arte no comienza en una fecha precisa. No existe un hecho demarcatorio, único, que fije el inicio del arte contemporáneo. Se trata, en verdad, de muchas emergencias cuyas manifestaciones nos remiten a un nuevo estado del arte.

El arte contemporáneo, como ya mencionamos, no tiene una definición precisa. Pero hay algo que está claro y es que el arte contemporáneo es una reflexión del tiempo en que estamos inmersos y sus complejidades.
El rol del arte contemporáneo juega con la idea de entrometerse y develar lo que generalmente no es visible. Busca repensar lo que supuestamente es familiar o conocido, resignificar determinadas creencias, sentidos o valores, o generar nuevos, partiendo de una intencionalidad. Busca movilizar, cuestionar y estimular la capacidad de pregunta y de reflexión. Busca crear un análisis crítico sobre lo que acontece. 
La capacidad del artista contemporáneo es justamente la de generar sentido crítico a una realidad que le es cercana y la habilidad de convertir, materializar o encarnar eso en visualidades o más bien, en una amplia gama de formas, experiencias o expresiones de un modo general e inexacto, para  generar un nuevo discurso, o para alertar, o para alertarse a sí misma/o, o para jugar con determinados planos que tienen que ver con la existencia propia. 
Pero creemos que existe un problema fundamental: el arte contemporáneo no tiene un desarrollo potencial sin una buena mediación, sin educación, sin la posibilidad de encuentros y de diálogos.

Por otro lado, el público juega un papel activo en el proceso de construcción de significado de las obras de arte contemporáneo. El espectador (convertido en visitante) contribuye o incluso completa la obra de arte ofreciendo sus reflexiones, experiencias, opiniones e interpretaciones personales. La curiosidad, la apertura y el diálogo son las herramientas más importantes para interactuar con las obras de arte contemporáneo. En lugar de cuestionar si una obra de arte es buena o mala, el estudio del arte contemporáneo requiere de metodologías abiertas y un enfoque basado en la investigación. Hacer preguntas que enciendan la discusión y estimulen el debate es un primer paso importante hacia la apreciación e interpretación de obras de arte, que pueden desafiar las expectativas, provocar respuestas fuertes o contradecir creencias personales o valores sociales. 

 

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Referencias

Para una profundización sobre el tema, recomendamos la siguiente conferencia de Alain Badiou (1937, filósofo, dramaturgo y novelista francés). 

Y los libros:
“¿Qué es el arte contemporáneo?” (2009) de Terry Smith.
“¿Cuándo empieza el arte contemporáneo?” (2014) de Andrea Giunta. 

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